¡Hola! ¿Cómo estáis?

Hoy os traigo el que fue nuestro segundo destino en último viaje del 2022. El primero fue Copenhague y de ahí volamos a Milán, destino del cual os hablaré en el próximo post. Cogimos un bus a Verona, ciudad famosa al norte de Italia por ser el escenario de Romeo y Julieta. Antes de visitarla la verdad es que yo no tenía ni idea de qué se podía ver en Verona y me sorprendió muuuy positivamente. Es una ciudad pequeña que en unas horas se puede ver perfectamente, además de poder ir andando a todo. Os enseño qué fue lo que vimos en Verona.

Subiendo hacia lo alto de la ciudad se encontraba este mirador desde donde se podían ver las vistas a toda la ciudad. En mi opinión valía mucho la pena y se apreciaban lo bonitas que eran las vistas.

Este es uno de los anfiteatros mejor conservados de la Antigua Roma y, aunque se parece mucho al Coliseo, este es mucho más pequeño. 

Aunque me pareció algo bastante sobrevalorado, no podíamos irnos de Verona sin verlo. Este balcón se supone que es desde el cual Julieta le juraba amor eterno a Romeo, de ahí que sea tan conocido y visitado.

Pasear cruzando este puente es muy bonito, ya que se ven las vistas de toda la ciudad pero desde la parte baja. 

Se trata de 5 monumentos funerarios levantados a lo largo del siglo XIV. Se pueden ver desde la calle y están dentro del recinto de una de las iglesias cercanas a una plaza principal.

Comimos en una trattoria llamada Trattoria da Ropeton, un restaurante familiar súuuuper auténtico y muy recomendado. Era un sitio frecuentado solo por italianos y sus platos no eran los típicos de pasta que pueda haber en los restaurantes turísticos, si no que eran distintos a cualquiera que hubiéramos podido probar antes. Estaba todo increíble y la relación calidad-precio nos pareció buenísima.

Por último, os dejo con un mix de fotos como suelo hacer habitualmente.

¿Qué os ha parecido el post de hoy? ¿Habéis visitado Verona? Os leo en comentarios 💭

Feliz domingo