¡HOLA a tod@s un domingo más! ¿Qué tal estáis?

Hoy estoy muy emocionada porque vengo a hablaros del viaje que hicimos del viernes 30 de septiembre al domingo 2 de octubre, a Estocolmo. Desde hace años estoy obsesionada con los países nórdicos, y que uno de los primeros viajes del Erasmus fuera a uno de ellos no me pudo hacer más ilusión. Hasta el momento mi destino favorito de los que había visitado hasta ahora era Viena, pero diría que Estocolmo la ha reemplazado. En Estocolmo, en mi opinión, se respira una paz que yo no había experimentado en ninguno de los destinos europeos a los que había viajado. La gente es muy amable, las calles están extremadamente limpias y da mucha tranquilidad ver a la gente haciendo deporte o paseando en bici por el centro de la ciudad. Lo que es cierto es que todo es carísimo, pero teniendo en cuenta el nivel de vida de los países nórdicos es algo que era más que esperable. Lo que es el centro de la ciudad se ve bastante rápido, pero si se quiere entrar a museos (la mayoría gratuitos), sí que se necesita más tiempo. Os dejo a continuación con todo lo que visitamos.

Al llegar a Estocolmo y empezar a pasear por sus calles, lo primero que vimos fue su ayuntamiento. Es el edificio sede local del municipio de Estocolmo y es realmente bonito, tanto por su arquitectura como por dónde está situado.

La iglesia Riddarholmen fue otro de los primeros monumentos que vimos, la cual es el panteón de los reyes de Suecia. Aunque hay que pagar entrada para poder visitarla por dentro, es posible asomarse para tener al menos una vista general de su interior.

Una de las plazas más famosas de Estocolmo y en la cual teníamos que hacer una parada obligatoria fue Stortorget, situada en el centro histórico de la ciudad. Es la plaza más antigua de Estocolmo y tiene muchísimo encanto.

Sin duda una de las actividades que más disfruté en Estocolmo fue visitar el museo nacional. Es un museo enorme, con infinidad de exposiciones y gratuito. Personalmente, me pareció muchísimo mejor que museos por los que hay que pagar entrada, además de no estar excesivamente concurrido cuando nosotros lo visitamos, por lo que la visita era muy tranquila. Se pueden ver tanto exposiciones antiguas como modernas.

El Palacio Real de Estocolmo fue otra de las paradas que hicimos, coincidiendo justamente con el cambio de guardia. A pesar de que los reyes no viven en él, es su residencia oficial y el palacio más grande de la monarquía sueca.

A esta pequeña ciudadela llegamos paseando por uno de los parques de Estocolmo, la cual está situada en el islote Kastellholmen en el centro de Estocolmo. Desde delante del castillo se aprecian vistas de la ciudad que merecen bastante la pena. 

Nos enteramos de que ofrecían visitas guiadas gratuitas en grupos reducidos en inglés y en sueco por el parlamento a determinadas horas del día, y tuvimos la suerte de poder realizar el tour en inglés. Junto con la visita al National Museum, diría que fue una de las actividades que más disfruté, ya que fue un tour muy ameno de 1h en el que se podía ver detalladamente el parlamento, su historia y las salas más emblemáticas. Además, desde la parte superior se apreciaban unas vistas generales de la ciudad.

Antes de llegar a Estocolmo desconocía que sus estaciones de metro fueran un punto de atracción turístico. Nuestro guía nos recomendó visitar las más famosas, ya que realmente hay muchísimas y para verlas todas es necesario bastante más tiempo del que nosotros teníamos. Fue una actividad que realizamos cuando ya era de noche, ya que no es necesaria la luz del día para poder verlas y esto permite aprovechar las horas de sol para visitar otros monumentos. Para ir viéndolas simplemente hay que coger el metro, buscar las paradas que se quieren ver e ir parando en cada una de ellas. Todas están bastante cerca unas de otras y aunque no fue lo que más me gustó de la ciudad sí que recomendaría visitarlas, ya que son bastante originales. Os dejo con las que visitamos.

Homenaje a los Juegos Olímpicos celebrados en 1912 en Estocolmo, con el arco iris representando un aro olímpico.

Representa una cueva gigante de arena.

Como fan de Nintendo cuando era pequeña, no podía irme sin visitar esta estación, decorada con temática de videojuegos y con personajes propios de Nintendo.

En cuánto al transporte, compramos un bono de 24h que permitía usar todo tipo de transporte público. La empresa se llamaba SL y con este bono también se incluía un ferry de la compañía con el que hicimos una pequeña excursión a una de las islas cercanas al centro de Estocolmo. Es una actividad que recomendaría muchísimo, ya que permite disfrutar de la ciudad desde otro punto, además de que el paseo en ferry es muy tranquilo y las vistas desde el agua son totalmente diferentes a cómo son desde la ciudad.

En cuánto a la comida, es cara, como todo en Estocolmo. Nosotros comimos en un restaurante tipo hamburguesería que nos recomendó el guía, donde hacían comida típica a un precio más o menos económico. Comimos Kottbullar, las famosas albóndigas de Ikea (que en cuánto a sabor no tenían nada que ver 😂) y salmón. El precio del plato sin bebida era de unos 16€-17€.

Por último y a modo de recomendaciones para que la estancia en Estocolmo sea lo más económica posible, mencionaría el bono de transporte que os he comentado (con la opción estudiante es más barato) y alojarse en algún apartamento que disponga de cocina, ya que comer en restaurantes o tomar un café es bastante caro. Un café solo costaba sobre unos 3€ en cualquier cafetería (había algunas excepciones donde era más barato, pero no era lo habitual) y si ya era con café con leche o cappuccino podía valer de 4,5€ para arriba.

Como habréis podido ver, Estocolmo es una ciudad que me enamoró desde que llegué, ya que me pareció muy diferente en comparación con el resto de ciudades europeas que ya había visitado anteriormente. Me encantó la tranquilidad generalizada que se respira, lo limpias que están sus calles y el estilo de vida que hay. Obviamente hay que tener en cuenta que al ser un país nórdico el nivel de vida es altísimo, lo cual favorece que la ciudad tenga estas características que son difíciles de encontrar en otras ciudades europeas.

¿Habéis visitado Estocolmo? ¿Qué es lo que más os ha gustado de todo lo que os he enseñado? Os leo en comentarios 💭

En el próximo post os enseñaré el último viaje que he hecho, a Parma y en concreto os enseñaré la excursión que hicimos a Cinque Terre, en la costa de la Riviera italiana 🍕

Feliz domingo